martes, 28 de junio de 2011

Luto

Hoy no voy hablar de costuras.

Ayer, tras una larga enfermedad, murió una de mis gatas, Furia. Aunque sé que ahora ya no sufre, no puedo evitar echarme a llorar cada vez que pìenso en ella.

Hoy estoy de luto.

Seguro que ahora estará cazando ratones en el cielo de los gatos.

miércoles, 15 de junio de 2011

Vida virtual

http://elproyectomatriz.wordpress.com/2009/04/27/%C2%BFinternet-libre-en-su-ultimo-aliento/

Me paso a hacer acto de presencia antes de que se me olvide que tengo un blog. Últimamente mi vida se centra en la realidad de mi "día a día" y olvido mi parte virtual, que antaño era tan importante para mí.


Recuerdo una época en la que me era imposible vivir sin ordenador. Era necesidad imperativa estar siempre conectada, enganchada al correo electrónico, desarrollándome en foros y listas de correo, encadenada al messenger, embebiéndome de blogs y bitácoras. Mi vida social era virtual, mi personalidad internauta era más fuerte que mi persona real.

Y no porque no tuviera gente física con la que estar. Nunca he sido de tener muchos amigos, todo lo contrario, pero la poca que gente que me "soporta" desearía que me prodigara más en mis contactos sociales. Aunque pocos, he tenido amigos con los que quedar, salir de juerga o simplemente hablar. Pero siempre es más fácil cuando no existe el cara a cara, verdad?

Así que cuando empezó la fiebre de las redes sociales me zambullí sin dudarlo. Y me ahogué. Al principio estaba contentísima con tener unos recursos que me acercaran más a la gente que conocía. Me hice una cuenta de Facebook, Twitter y Tuenti. Incluso me hice una cuenta en Badoo cuando todavía no era el putiferío que es ahora. Vomité todos mis datos, mis fotos, mis estados, comentarios y inquietudes. Y por un tiempo disfruté de esa cercanía con mis conocidos pero llegó un momento que me sentí demasiado desnuda.

Con los foros, el messenger, las listas de correo yo elegía cuando aparecer, contactar, comunicarme. Con las redes sociales se "exige" tu presencia de forma constante. Veinticuatro horas al día conectado a la red. Uff, es demasiado contacto para mi psique asocial, lo siento.

Leía el otro día un artículo sobre este tema, en el que comentaban que cada vez era más habitual dar a conocer a amigos y conocidos cualquier acontecimiento a través de las redes sociales, ya sean bodas, cumpleaños, ascensos y demás reuniones sociales. Tiene el lado bueno de que te evitas tener que hablar uno por uno para comunicar algo, pero también se entera *todo* a quién tienes agregado con la consiguiente filtración. Es decir, que si yo escribo en mi perfil que el otro día conocí a un chico guapísimo en cierta discoteca, a los dos días la novia del susodicho (que por supuesto no conozco ni tengo agregada) comenta que soy una cualquiera y una buscona. Y lo siento, la excusa de que puedes tener añadido solo a tus amigos, no me sirve. No lo llaman redes por nada. Yo tengo agregados a mis amigos, que en sus perfiles tienen agregados a sus amigos, que a su vez tienen agregados a sus amigos, y así hasta el infinito. Y lo que escribes en la red, lamentablemente no se queda en la red. Afecta a la vida real.

Va a parecer que estoy en contra de las redes sociales, cuando no es así. David consigue muchos trabajos a través de este medio y ha conocido a grandes ilustradores que de otra manera hubieran sido inalcanzables para él. Pude retomar el contacto con gente que ahora mismo está muy lejana físicamente (y que  tengo abandonados ¡lo siento!) que parecen más cercanos de esta manera. Tan solo me asusta la fiebre que parece afectar a todos con este mundo virtual. No sé donde oí el otro día, que si no tenías un perfil de FB no eras nadie. Chico, pues que quieres que te diga, prefiero decirle a mi amigo felicidades con un abrazo, viendo su alegría en los ojos, que ponerle la felicitación más entusiasta del mundo por internet. Y eso te lo dice la persona más asocial del mundo.

En resumen, que a ver si me pongo las pilas y actualizo más a menudo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Proyecto Junio: Feria medieval

¡Como pasa el tiempo! Ya estamos en junio, en el meridiano del año y con el calor enseñando los colmillos.


Ando como loca, creando diseños nuevos, cortando telas, enfurruñándome con mi lentitud costuril, perdiendo bobinas, ordenando patrones, discutiendo tallas, robando tiempo a mi sueño, con el ánimo efervescente.

 
El proyecto en el que ando metida esta vez tiene unos horizontes más amplios y sus repercusiones serán profundas. Esta vez no voy a coser para mi o mis allegados. Lo que durante este mes salga de mi máquina de coser será para disfrute de desconocidos que pagaran por ello. Va a ser como una presentación de sociedad, una puesta de largo de confección.


Y es que va a haber feria medieval en mi pueblo y sin dudarlo nos hemos tirado a la piscina, y vamos a poner un puesto de ropa y complementos medievales. Estamos todos un poco caóticos, con mucho lío pero con muchísimas ideas y planificaciones. Me da verdadero pánico, pues no sé como saldrá todo, pero estoy muy ilusionada.


Iré subiendo fotos, diseños, fallos y demás a lo largo de este mes.






Ah!! Si además de la costura tenéis interés en la ilustración y el cómic, no dudéis en visitar la página de Luis David Gómez. Que sé que no soy imparcial, pues es mi marido y solo tengo halagos para él, pero os aseguro que tiene manos de plata dibujando. Ya sabéis, si necesitáis un ilustrador, un montaje de Photoshop o un cómic, no dudéis en poneros en contacto con él.