Soñando

¡¡Sigo en ello!! Pero todavía no hay fotos del proceso.

El diseño está acabado, las telas comprada y la parte del corpiño del vestido medio montado. Poco a poco...

Hace un tiempo que voy pensando en un cambio, un cambio importante en mi vida. Me puedo imaginar mil cosas que puedo hacer para dar un giro positivo que haga que me levante con una sonrisa cada mañana. No es que esté disgustada con mi vida. Tengo trabajo, tengo al amor de mi vida, buenos amigos y una gran familia, tengo un techo sobre mi cabeza y cuatro gatos. ¿Que más podría desear?

Atrás quedatron sueños de grandeza en la que yo era reconocida por mis méritos en investigación, por mis aportaciones a la literatura o por salvar a unos mellizos y un cachorro de un incendio. Ya no necesito ser reconocida por nadie. Ya no me atrae la fama.

Ahora tengo otro tipo de sueños, interiores, de raices y tiempo. Sueños que pueblen mi cabeza y me hagan sentir bien conmigo misma. Sueños que me ayuden a crecer. Crecer como persona, como amiga, como confidente. Sueños de crecimiento interior.

Porque al final es lo único que nos va a quedar. Podemos machacarnos en el gimnasio, comer pura fibra para mantener la línea, hacernos mil liftings y horas de peluquería. Podemos buscarnos los amigos más influyentes, los más ricos o buscarnos nosotros esa riqueza. Intentar ser los más famosos, por lo que sea, salir en la tele o en las revistas, que aclamen tu nombre por las calles.

Pero si dentro de ti solo hay el eco del vacío, ¿de que te servirá un cuerpo de escándalo, una bonita mata de pelo, un rostro cincelado, esos "amigos" de postín o esa fama? El eco será todavía más fuerte, más audible, más vacio. Y necesitarás buscar más belleza, más dinero más fama para acallar el ruido.

Lo mismo es la envidia la que habla por mí, porque no soy bella, ni rica ni famosa. Pero me temo que buscar todos esas metas materiales se me hace muy agotador. ¿Para que quiero ser la más guapa? ¿Necesito la belleza para ser mejor persona? ¿Es imprescindible el dinero para amar y ser amado? ¿O la fama?

Es cierto, no soy ni bella, ni rica ni famosa, pero no creo que ninguna de esas condiciones me hiciera mejor para los demás y para mi misma. ¿Conformista? A lo mejor tengo la mejor de las riquezas y los anuncios de la tele no me deja verlo.